lunes, 9 de agosto de 2021

 

Esos

 Pía Barros

 

Los hijos que no tuvimos sacuden almohadas en esta casa envejecida y llenan de plumas con sus juegos.

Los hijos que no tuvimos vienen de noche a acostarse entre nosotros, para que acurruquemos las pesadillas.

Los hijos que no tuvimos corren por las escaleras, gritan, desordenan el aire, dispersan el polvo y no cesan de buscar por los rincones a los padres que no pudimos.

Los hijos que no tuvimos nos enterraron hace tiempo y lloraron lágrimas secas que aún se adhieren a las paredes de esta casa que no habitamos.

(Del libro Duele, Ed Sherezade, Chile, 2021).

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