sábado, 31 de julio de 2021

 




Jorge Pérez Guillén; Ciudad de México, siglo pasado, ha publicado sus historias en diferentes medios, entre ellos, la revista El cuento fundada por Edmundo Valadez, un libro de español de tercer grado de secundaria de Editorial Trillas, la Revista Brevilla de Chile editada por Lilian Elphick, Plesiosauro, primea revista de ficción breve peruana, en el blog Piedra y nido de Patricia Nasello. Ha ganado en diferentes ocasiones el concurso mensual de la Marina de  Ficticia. Jorge vive en Ontario Canadá desde hace treinta años, para ganarse la vida trabaja como administrador de sistemas informáticos. Trabaja en su primer libro de microficciones que espera publicar en 2021.


Tejedora En lo alto de una esquina teje. El viento sutil revela su trabajo. Podría ser Penélope que borda la mortaja de Laertes mientras, paciente y leal, espera a su esposo. Lo cierto es que Aracne le ha heredado su destreza y Ariadna el ovillo de hilo con el que borda usando sus largas y peludas piernas. Jorge Pérez Guillén.



Alto espionaje


En mi oficio uno no se puede dar el lujo de que descubran los mensajes. Nuestra agencia de espías ha contratado médicos para que con su grafía los mensajes secretos no puedan ser revelados antes de llegar a su destinatario. En sagaz contrataque, el enemigo ha contratado boticarios para descifrar los recados.

 

 

Inocentes


Salen por la noche, solos, en la obscuridad, caminan tomados de la mano y a paso muy lento, en ocasiones corren. Juegan al rehilete, a las adivinanzas, al avión con los brazos extendidos y dejándose ir en picada para salvarse en el último segundo. Antes del alba les gusta esconderse detrás de las cruces y de las piedras que llevan su nombre y la fecha en la que perecieron.

 

De piedra

 Kostas acaricia la estatua de Afrodita. Al tacto, su textura se siente fría y áspera. El mortal hace una reverencia. Lleva su cabeza hasta el piso para besar los pies de la divinidad mientras ruega por una buena mujer. Después se marcha lentamente del templo. La diosa lo ve partir y maldice el hecho de que los besos no pasaran de los pies.

 


 Cambio de estación

 El otoño es evidente, los colores ocres lo revelan. La temperatura empieza a descender y los animales buscan un refugio para el inevitable invierno. Ella, hermosa como una fruta madura, se posa debajo de un árbol. Un sino de fatalidad invade a Adán al ver caer la primera hoja.


https://revistaplesiosaurio.files.wordpress.com/2020/12/plesiosaurio-12-02.pdf

 

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