Justicia adivina
Alejandra Nahir Adi
“¡No me mate, por favor! Tengo hijos que mantener y una mujer que vale oro”, dijo el ladrón, sorprendido, cuando apenas ingresó a la vivienda que intentaba asaltar y se encontró con el dueño de casa, apuntándolo con un arma. El adivino sabía que el revólver que el ladrón cargaba era de juguete y que se lo había quitado a su hijo. Sin embargo, ni se inmutó y terminó matándolo. Sabía que, una vez más, iba a fracasar si intentaba que creyeran en sus dotes de vidente, pero una legítima defensa convencería a cualquiera y ser el justiciero le daría mejor fama.
Alejandra Adi. Tupungato, Mendoza. Comunicadora Social. Publicada en: ¡Basta! Cien mujeres contra la Violencia de Género; Borrando Fronteras, antología trinacional y Fútbol en Breve. Microrrelatos de Jogo Bonito.
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