martes, 6 de abril de 2021

"Árbol de poesía y minificción mexicanas", colectivo Calyptes, en Sinaloa.

Mural realizado por Las Calyptes, en Sinaloa.


Nuestra Dina querida.





 

Minificciones de la escritora Ildiko Nassr.


Mamá siempre me salva
Ildiko Nassr

"Mamá, arreglame esta nena", dice, con el brazo de su amiga en una mano y el cuchillo ensangrentado en la otra.






 

Minificciones de la escritora Liliana Espinoza Tobón.

 Semblanza

Liliana Guadalupe Espinoza Tobón, 29 de mayo de 1981, Tehuacán, Puebla. Estudios en Lingüística y literatura Hispánica en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP. Colaboraciones activas en Organizaciones de la sociedad Civil la Mixteca y Sierra Negra de Puebla; desarrollando proyectos y talleres en derechos humanos, derecho de niños y niñas, derechos de la mujer difusión cultural y proyectos productivos para mujeres en situaciones de violencia.

Considerada en publicaciones sobre violencia de género a nivel nacional “Factores que producen y reproducen la violencia de género” OVSG, IBERO, Puebla. 2012, Considerada en el libro de minificción Resonancias publicado por la BUAP, Puebla 2019. Publicación de minificciones en la Revista electrónica Coyolxauhqui, México, 2020. Revista electrónica Alquimia Literaria, España, 2021. Forma parte del colectivo minificcionistas mexicanas.




Cálculo y estrategia

En un futuro continuo, en una sociedad primermundista, abatida por el confort y las buenas formas cosmopolitas, hombres y mujeres con aires de aristócratas amoldan sus prejuicios. Meticulosos con cincel, martillo y desbordada dedicación rompen su nobleza, sacuden sus valores y principios; hasta llegar a la llana y dura sin razón. Todo sea por la sobrevivencia, la supremacía sobre lo que se mueve, hasta lograr su sumisión.

Con rostros agradables y copas llenas de bebidas finas, todos sonríen al verse mover el tablero de ajedrez.

Crash

Es mi pulso extendido en la inmensidad y el silencio, la comparsa que marca la armonía tornasolada de las emociones, que confluyen en remansos serenos y tempestades polifónicas. Es extender y perderme en las extremidades de mi cuerpo, en cada métrica exacta que avanza desbordada en el tiempo. Es experimentar la liberad.

Con la imaginación desbordada y con la batuta en la mano dirige las olas del mar, que encaran las rocas y surcan el viento, tranquilas y estruendosas con impulso desde adentro.

Desde el mostrador el enfermero la mira y piensa: seguro está dando un concierto. Voltea presuroso y sigue preparando el ansiolítico, antes que terminen los aplausos.

Neurotransmisor

Movidas por una fuerza ajena, las pequeñas piedras ruedan entre ellas, rebotando sus amorfos cuerpos terráqueos.

Entre ellas emergen persistentes y abriéndose paso en la búsqueda de algo, unas antenas alargadas y firmes. Antenas sigilosas que giran lentamente, hasta que de pronto algo las detiene, al fin detectan algo…

Al instante rompiendo la guarida y siguiendo la ruta que marcan sus antenas, la cucaracha brinca al exterior. Motivada como una gran corredora aproximándose a la meta, se abalanza ante aquello; lo cual no es otra cosa que un pedazo enmohecido de alimento; que algún humano habría dejado antes de que su sin razón, su ira y su codicia estúpida y violentamente lo extinguiera.

Catarsis

Quizás en un futuro los pensamientos se proyecten en el cielo, como en una pantalla gigante, y así podríamos ver que estamos desbordados de desidia; de tanta que nos enmascara y nos hace codiciar lo que no tenemos. Lo que no nos pertenece y que quizás esa sea, al final, la manera más violenta de autoaniquilarnos.

Ese pensamiento catártico apresaba al soldado espacial, antes de subirse a su nave, después de abatir la especie de otro planeta.

Política exterior

La frontera, una línea que divide la misma piel.

Bouquet

El bouquet de pretus se mezclaba con la melancolía en la habitación. Ella ahí desvanecida en el sofá, con los labios húmedos y encarnecidos los entintaba una y otra vez en cada trago. Inmutada y con la mirada fija en el recuerdo, repasaba minuciosa cada instante de lo que acababa de vivir.

En su mente nuevamente el autobús aproximándose a la estación, ella perfectamente arreglada con el maquillaje justo que blanqueaba su rostro y resaltaba sus tiernos ojos, debajo de ese velo de su sombrero, el vestido vaporoso de seda que se amoldaba a sus muslos al andar, zapatillas de moda adornaban sus pies, abrigo de mink y perfume dulce. Todo enmarcaba aún más su belleza. El momento lo había planeado desde meses, esperaba ese momento, la vestimenta, la manera de actuar, el discurso todo estaba listo. Sin embargo, él solo estaba ahí como cada vez que podía estar, sin nada especial con un atuendo cotidiano e incluso con perfume impregnado de mujeres ajenas.

Esperaban juntos abordar el autobús, él esperando llevarla a su departamento, sin más preámbulo para llenarse de ella. Ella buscando por último algo que le alentara a seguir, pero solo encontraba la esquiva mirada casual, los mismos gestos, las mismas palabras.

El autobús había estacionado y justo en el momento del abordaje, como una niña tierna acaricio su mano y con voz suave le dijo al oído: “ya no puedo seguir” lo beso tiernamente en la mejilla y se alejó. Escena insignificante para el mundo, para ella llena de historia, estaba abandonando al hombre que amaba desde joven, se estaba liberando de la sombra, los besos amargos, el descaro, la apariencia, la deslealtad, de la desolación y las noches frías.

Sin vuelta atrás siguió avanzando como un ave blanca que se abría paso entre la penumbra, hasta llegar a su habitación. Ahora la copa de vino es solo un ansiolítico para olvidar y no regresar. Si lo sabré yo, que en su historia recuerdo la mía.

LIBERTAD

Como cada mañana, la niña corre a la orilla de la playa, huyendo del bullicio de su pueblo, hasta sólo escuchar la sinfonía del mar. Busca ansiosa el sonido embellecedor de las olas y deja que con su dulzura acaricien sus pies descalzos. Vaporosamente su vestido desgajado de manta pura se mueve simulando un plumaje fino al viento. Emocionada y adentrada en su alegría sonríe, a la par que extiende sus brazos finos y alargados; como avecilla queriendo alcanzar el cielo. En sus manos empuña un lápiz desgastado y un cuaderno hecho de retazos, con los que trata de iniciar el vuelo.

Siempre anda lejos, hasta llegar a su paraíso perdido. Apartada de lo demás, sentada sobre una roca, por horas imagina y sueña. La pequeña, apenas hace unas primaveras descubrió su pasión por escribir, escribe casi todo: lo que piensa, lo que sueña, historias de aventuras llenas de amor y libertad. En ellas se concentra, minuciosa detalla cada instante, con tanta dedicación que por largo tiempo se destierra de la pesadumbre, del hambre familiar, del rechazo y de su propio encierro.

Sin más, que pocas lecciones en el colegio, pues en casa no hay más que lo suficiente para existir, y su aferrado espíritu autodidacta había aprendido a leer y escribir con una soltura exquisita. Sin embargo, no sería suficiente sin el apoyo de su amiga” más querida, quien fuera su maestra por algún tiempo; que había sembrado parte de su gusto por el arte literario hablándole en cada atardecer de poesía, música, cine y su gran pasión por la literatura griega.

Con el tiempo la pequeña se convenció que las historias interesantes se podrían encontrar en algunos libros, por lo cual tenía la manía de hurgar en los basureros buscando algún libro viejo y algún otro material para escribir. Cuando encontraba algo interesante con detalle lo limpiaba y acomodaba en cajas de cartón, a un lado de su hamaca. Si encontraba libretas con esmero seleccionaba las hojas

limpias, que cocía y pegaba con retazos de tela; le encantaba tener sus herramientas listas para sus pequeños momentos.

Cuando los gritos en casa desborraban los silencios, ella habría un libro y sumergía su cabeza en las hojas, tratando de tapar esas escenas trágicas de odio y desamor; con aquellos relatos preferidos de libertad y justicia.

Fue así que decidió escribir mejores historias para la vida, para ello tendría que buscar el mejor oficio del mundo el de ser escritora y para serlo debía dedicarse con esmero. Todos los días preparaba sus escritos, muy al estilo aristotélico pues a ella le encantaba entender el mundo a través de su retórica; como quien prepara sus alas, para ir más allá del límite de la libertad.

Esa libertad que por momentos la desencadena y a otros tiempos llenaba su cabecita de constantes interrogante, al mirar a la gente de su isla partir en medio del mar. Se preguntaba entonces; ¿qué es la libertad? Acaso hay más libertad que esta que vivo al escribir. ¿Cuál será esa liberad que la mayoría buscan más allá del mar?

Quizás aún es bastante pequeña para saberlo, pero minuciosa y provisora quiere estar preparada para responder sus dudas. Por ahora ella seguirá huyendo a su paraíso y dejará que la gente la siga llamando “la niña muda que escribe frente al mar”.

domingo, 4 de abril de 2021

Minificciones del escritor Alberto Sánchez Argüello.

                                                                                 EN LA ISLA

A veces el mar me juega bromas pesadas y me trae las botellas de otros náufragos.



Desencuentros

                                                                          Alberto Sánchez Argüello

Cuando me ofrecieron laberintos no había minotauros. Cuando apareció el Minotauro no conocía ningún Teseo. Cuando me presentaron a Teseo ya no tenía hilo.

Mitología Mínima. La tinta del silencio.










Minificciones de la escritora Nélida Cañas.

Nélida Cañas nació en la plenitud de la llanura, al sur de la provincia de Córdoba y vivió por 25 años en el valle de San Salvador de Jujuy. Actualmente reside en Córdoba.

Ha publicado en poesía: Cifras del misterio (Jujuy, 1988), Sitial del vuelo (Jujuy, 1991), Animal de lo desconocido (Víctor M. Hanne Ediciones, Salta, 1997), Jaurías del alba (Alción Editora, Córdoba, 1998), Dibujo de mujer (Alción Editora, Córdoba, 1999), El agua y la greda (Alción Editora, Córdoba, 2001), Una palmera en el fondo del cielo , Aforismos,(Editorial Vinciguerra, Bs.As.,2004), Opus lunar (Colección de Poesía La Chuña, Salta, 2007), Mariposas de Pekín (Apóstrofe Ediciones, Jujuy, 2012), El libro de las flores (Ediciones de La Eterna, Tucumán, 2014.

En narrativa: De este lado del mudo, incluye microrrelatos, (Víctor M. Hanne Ediciones, Salta, 1996), Breve cielo, microrrelatos y otros textos breves (Universidad Nacional de Tucumán, 2010), En la Fragilidad de los días (Apóstrofe Ediciones, Jujuy, 2013), Intersticios, microrrelatos (Apóstrofe Ediciones, Jujuy, 2014), Chiquilladas (Apóstrofe Ediciones, Jujuy, 2016), Como si nada, microrrelatos (Macedonia Ediciones, Bs.As., 2018), De nunca acabar, microrrelatos (Macedonia Ediciones, Bs.As. 2020

Ha escrito reseñas y ensayos entre ellos: Vuelo de pilpintos (acerca del microrrelato)

Integra numerosas antologías: Poesía del Noroeste argentino, S.XX (Fondo Nacional de las Artes, Bs.As., 2004), El límite de la palabra (Menoscuarto Ediciones, España, 2007), Monoambientes (Desde la Gente Ediciones, Bs.As., 2008), El microrrelato en Jujuy (Apóstrofe Ediciones, 2012), Microrrelatos del Noroeste argentino (Fondo Editorial de la Secretaría de Cultura de Salta, 2013), Borrando fronteras, Antología trinacional (Argentina- Chile- Perú) de microficción, (Macedonia ediciones, 2014), Antología bilingüe (castellano-italiano) Buena Letra 2, (Commisso Editore, 2014), Textículos del NOA –El microrrelato en las voces de seis autores, ediciones Proyecto, 2014, El Quijote en Tucumán, Volumen homenaje, 1615-2015,Facultad de Filosofía y Letras-UNT,2015, Basta, cien mujeres contra la violencia de género (2013), Cuaderno Laprida (Tucumán, 2016), Entre mate y mate, Micrópolis, Lima, 2017 , #Todos diferentes Antología argentina de microrrelatos y relatos adolescentes (Macedonia ediciones, 2018) Micros argentinos, selección, Clara Obligado, prólogo de Raúl Brasca. Madrid, 2020. Brevirus, Antología internacional de microficción. Editora Lilian Elphick, Chile, 2020. PequeFicciones, microficciones para niños, compilación: Manolo Soto y Chris Morales, Parafernalia Ediciones. México, 2020. Campanadas, Antología de microficciones navideñas dirigida por Alberto Sánchez Argüello, Quarks Ediciones digitales, 2020. Micronesia, Antología

homenaje a Homero Carvalho Oliva, Compilación: Sisiana Anze, Quarks Ediciones, Lima, 2021

Integra el proyecto MICROLEE, desde 2018

Ha recibido premios Nacionales e Internacionales. Y publicado en Diarios y Revistas Culturales. Recientemente en la Revista Quimera N° 412, abril de 2018, en la sesión Los pescadores de perlas, Barcelona, España. También en distintos blog como Máquina de coser palabras del escritor Juan Yanes, el relato La otra oscuridad.

II PREMIO INTERNACIONAL DE MICRORRELATO DE LA FUNDACIÓN CULTURAL ÁNGEL HERRERA ORIA sobre la amistad auténtica (2021). El jurado constituido por los investigadores Ana Pellicer Vázquez, Ángel Arias Urrutia y Ana Calvo Revilla ha decidido otorgarle por unanimidad el II Premio por su candidatura con el texto El centro del laberinto.
Mención Honorífica, en el Primer Certamen Nacional de Poesía Quinto Elemento con el poema: “Sinfonía de agosto”.

Semblanza …

…Nací en la llanura al Sur de la provincia de Córdoba. Mis primeras lecturas fueron cuando no tenía libros y la naturaleza se me ofrecía pródiga. Necesité nombrarla. Aprehenderla. Después serían los libros. El deslumbramiento de otros universos. Otras vidas. Desde siempre me acompañan las palabras. Cuido de ellas con la misma minuciosa dedicación con la que cuido de mi jardín. Cultivar un jardín se parece a la escritura. Preparar la tierra. Sembrar. Desmalezar. Después fue el amor. Jujuy. El precioso valle abrazado por dos ríos. Los hijos. La casa. Los libros. Y en cada uno de ellos el deseo de reunir lo que la vida dispersa.

Me gusta estar atenta al rumor de lo que nace. A las epifanías de lo cotidiano. A todo cuanto existe, desde el canto de un grillo hasta el dibujo de las constelaciones. Contemplarlo todo y ver las infinitas mutaciones.

Nélida Cañas

Córdoba, marzo de 2021



Hilos
*
A veces soy Ariadna tirando del hilo de tu nombre. No nos alcanza la vida para salir del laberinto que creamos.
**
Penélope desteje por las noches la laboriosa trama de la espera. Por la mañana vuelve a comenzar.
Ulises siempre escucha el canto de las sirenas. Con espumas de mar y la quilla de su barco borda lejanías.
***
Sherezade narra mil y una noches. Con el hilo de su voz cose la herida del Sultán.
****
De este lado del mundo enhebro la aguja del relato. Nunca puedo llegar al centro del laberinto. No para que me devore el minotauro. Para ver en sus ojos la tristeza.
*****
El néctar de la rosa es el hilo de su laberinto. Una abeja reina en su centro. Pero nunca sabrá que su reino es una cárcel de aromas que se deshace con el viento.
******
El laberinto que tejen las arañas nace de su propio cuerpo. Sus hilos de seda tendidos sobre el vacío acaso la protegen de lo que no se cubre con nada.
*******
Laberinto insondable: el alma y su descarnadura.
n.c.











Mujer-crisálida


En su capsula de hojas la pequeña crisálida no supo si aquel desprendimiento era algo que llegaba o se marchaba de su cuerpo. Un ramalazo de luz la cegó un momento. No quería moverse. Quería permanecer ahí. De ese modo, libre del vértigo del vuelo. Olvidada de sí plegó sus alas.
n.c.

Ilustración de Gonzalo Llanos para Retrato con libélula
Micronesia, Antología homenaje para
Homero Carvalho Oliva
. Compilación:
Sisinia Anze
Quarks Ediciones, 2021


Obediencia
Nélida Cañas

Miré a mi perra Frida a los ojos y le dije:
Ahora mismo me dices todo cuanto sabes. Ella se sentó a mi lado y empezó a hablar.

De Breve cielo, Tucumán, 2010






Afán coleccionista


Qué tienes ahí, le dijo su madre. El pequeño metió sus manos en los bolsillos y comenzó a mostrar sus tesoros: piedritas, ramas minúsculas, una plumita gris, un papel amarillo y unas cucharitas con incrustaciones de lapizlázuli que su abuela guardaba en la vitrina bajo siete llaves.

De nunca acabar, Macedonia Ediciones , 2020


Travesía


Una sola palabra salió de un sueño y atravesó la noche. Fueron necesarias cientos de constelaciones con sus pozos de sombra y sus diminutos destellos para llegar al poema. Y nombrar, entre las estribaciones y el silencio, esa sola palabra que, todavía trémula, atravesó la noche.
n.c.

De nunca acabar, Macedonia Ediciones , 2020


Dice Patricia Dagatti,  ""De nunca acabar" de Nélida Cañas, editado por Macedonia Ediciones, es de esos libros que uno no quiere que se termine, de esos que pretendemos dosificar su lectura para retardar el duelo que implica finalizar. Por eso tan pronto llegamos a la última página, regresamos, ávidos, a la primera. La prosa de Nélida es delicada y precisa; los relatos, profundos y deslumbrantes. Tal como indica Ildiko Nassr: Este es un libro como el libro de arena de Borges, infinito, diverso, en el que en cada página nos adentramos a una vida y a otra y a una más.
Gracias querida, amiga, por embellecer el mundo con tus palabras."


La siguiente es una reseña escrita por Mercedes Saravia y publicada en la página Literaria del diario Pregón, Jujuy, 25/05/97.



Del libro Chiquilladas, editado por Apóstrofe Ediciones, Jujuy
Otra de Facundito
Facundo no para de dibujar. Primero un arco iris que cruza el horizonte de la hoja y lo llena de luz. Luego un barco con la chimenea humeante y su bote salvavidas, el mar por debajo para que no se caigan y el cielo poblado de estrellas. De un lado el sol, del otro la luna. Sigue con entusiasmo y recibe un poquito de ayuda de su mamá cuando le pide: "Ahora una ballena" . Nace sobre la hoja una ballena portentosa lanzando agua y al lado su pequeño ballenato. Él siempre concluye la tarea: el mar debajo para que no se caigan y arriba el cielo con estrellas. De un lado el sol, del otro, la luna. Ahora emprende solo la tarea sobre la hoja: Una casa con chimenea, ventanas, cúpulas, un gran cuadro (que ocupa todo el cuarto), un árbol alto y cimbreante y flores sobre la hierba... Otra ballena con su ballenato. Otro arco iris...Ahora, con ayuda de su papá, un colectivo compuesto como un collage de múltiples colores que pinta con devoción y sin salirse de las líneas. Por último y para cerrar la serie: un bombo, y en cada extremo de la hoja las provincias de Jujuy, Córdoba, Tucumán y un planisferio. Ya les conté de su debilidad por los mapas...
Cuando termina cada dibujo me pide que los coloque en la pared: "¡Para que los vean todos!", dice. Luego los cuenta con minuciosa dedicación. Cuando terminó su último dibujo de la serie, sin olvidar el cielo con estrellas, de un lado el sol, del otro la luna, los miró con fruición y los volvió a contar. Nos miró a los ojos y dijo: ¡¡¡Es asombroso son ocho...!!!! Todos aplaudimos la consumación de su obra, que seguramente continuará para deleite de todos los que lo amamos.



Participación de la escritora Nélida Cañas en el II Festival Internacional "Ciudad del Acuerdo".

FELICITAS
Nélida Cañas
Cuando Felicitas se enteró de que su padre era ese hombrecito que vivía
en lo alto del campanario todavía era una niña. Los días domingo su madre la
tomaba de la mano y cruzaban la plaza para ir a misa. Entonces podía ver la
silueta de aquel hombre, que ahora decían que era su padre. Los chicos hacían
coro para burlarse. Felicitas le preguntó a su madre varias veces por él. Pero
su madre tiraba de su mano y apresuraba el paso. Así creció entre rumores,
burlas y el silencio empecinado de su madre.
Cuando Felicitas cumplió diez años se atrevió a cruzar sola la plaza.
Subió trémula las escaleras angostas y crujientes que llevaban al campanario.
Empujó suavemente la puerta y pudo ver lo que desde la plaza sólo era una
silueta brumosa. El hombre en cuclillas tenía unas alas de plumas grises y
azules, que arrastraban por el piso. Sus pies desnudos eran más de pájaro que
de hombre. Felicitas lo miró como quien mira del derecho y el revés y
descubrió sus costuras. Estaba hecho de nubes y ramajes de árboles. Los
huesos eran huecos con corrientes de aire. Una criatura fantástica que la
miraba con los ojos tristes. Tan tristes, que Felicitas quiso acariciarlo. Pero él,
sin dejar de mirarla, dio unos pasos como de equilibrista y se lanzó al espacio
abierto. Ella se llenó de pavor. Pero enseguida vio como a la altura de los
árboles él dio un giro leve y se perdió en el follaje.
Una noche Felicitas sintió una extraña nostalgia. Abrió la ventana de par en par y salió volando a respirar el aire puro y alto. Lejos de las burlas y los rumores. Sus alas eran pequeñas, pero fuertes. Al amanecer regresaba a su cama. No se sentía agobiada después de su travesía nocturna. A veces se quedaba a mirar la luna desde el campanario. A su madre no le contaría jamás
de sus vuelos ni del aroma de los eucaliptos y los tilos. Tampoco, del rumor de follajes en su sangre.




En la víspera

Nélida Cañas

Esa tarde mi madre tuvo la certeza de que pronto no estaría en su cama, ni en su casa. Me miró con sus ojos de niebla y dijo: Yo ya me voy. Balbucí algo acerca de que pronto se reuniría con sus padres. No sé porqué lo dije. Creo que ella no entendió mi balbuceo. Me miró con insistencia y esta vez dijo: Ya no vuelvo. Volví a decirle algo que se ahogaba en mi boca. Cómo si las violetas y sus hojas hubieran sido mi alimento y todavía estuvieran llenándome la boca. Entonces habló. La tomé de la mano y le hice la promesa que aguardaba de mí. Cerró los ojos. Ya no volvió a mirarme.




¿Qué implica la brevedad para  la escritora Nélida Cañas?

*
La brevedad no implica falta de inspiración o de creatividad, sino otra manera de expresar el mundo. En vez de intentar captarlo todo en una vasta obra llena de detalles, descripciones y explicaciones, el miniaturista se atreve a sugerir con un mínimo de recursos y a conjugar el silencio.
n.c.

¿Qué proyectos ha concretado en este tiempo de aislamiento?

En estos tiempos de aislamiento he concretado varios proyectos:
Cartografías mínimas, 2021( antología de microficción del grupo del quintoce, que pronto será publicada por Macedonia Ediciones )
Letras entretejidas, 2021 ( género epistolar con Ana Martinengo )
tambien he corregido minuciosamente los manuscritos de los siguientes libros:
Animal de transparencias(poesía)
Corolas de caminante (haikus, 2015-2020)
Voces (2016)
El rumor de lo que nace (poesía, 2020)
He cerrado un ciclo con alegría. Este es un tiempo de espera. Sé que un día cualquiera volverá la palabra a convocarme. Llegará como un aleteo leve o la brisa en la concavidad de un pétalo. Estaré atenta a su llamado.
Ella será pura ofrenda. Yo, abriré las manos.
n.c.




 

Minificciones de la escritora Angélica Villalba Cárdenas.

                                                                   Angélica Villalba Cárdenas



                                                                      La seducción de la seda 

La brillantez de la tela atrajo mi atención, caminé hacia ella porque necesitaba recostarme sobre esa cama brillante y lo hice.  Descansé al sentir la superficie amoldarse al cuerpo. El insomnio de las noches anteriores traicionó la picardía y dormí.  Un sobresalto interrumpió el incipiente sueño, cuando afuera de la habitación escuché una voz. Era la señora de la casa, pero, ¡si la dejé en el supermercado hacía apenas 15 minutos! pensé. 

Me oculté debajo de las sabanas de seda para que me confundiera con don Carlos. Estas empezaron a aprisionarme el cuerpo como envolviéndolo. Sobre mi cabeza, la seda no me dejaba respirar. Una voz dijo: ¿Querías dejarme? Eso no es una opción para ti. Cuando estés en el infierno recuerda que acabo contigo una viuda negra.


                                                                        Bestia peluda

Amo vestir mi cama. No le digo tender porque es un arte, así que empiezo quitando los cojines, las sábanas, el duvet y el fastuoso cubre lecho, dejando al descubierto la funda Inmaculada del colchón. Traigo otros tendidos y al volver a mirar esa bella superficie blanca, un monstruo de ocho patas peludas y negras camina sin pudor sobre, hasta hace unos minutos, la desinfectada cama. 

El cuerpo se me paraliza del asco y el miedo. Con cada minuto, se hace más grande, peludo y poderoso ese bicho salvaje. Grito y el animal ni se inmuta, por el contrario, se pone en posición de ataque. Mi hija de cinco años entra a la habitación para ver qué pasa y suavemente toma a la bestia en sus pequeñas manos, con tanto cuidado como si estuviera hecho de porcelana: “Mami es un arañita, tranquila”. La pone en el piso y se va a jugar.




Periodista y escritora. Ganadora del Primer concurso de relato y poesía creativa Libros & Letras y del I Certamen Internacional de Microrrelatos Amnistía Internacional Valladolid, España 2019 y Mención de honor del Premio de Cuento Corto de la Universidad de La Sabana, institución educativa de la cual es jefe del Departamento de Periodismo. Creadora del blog ‘La Esquina Delirante’ para el periódico El Espectador. Sus crónicas y cuentos publicados en Mundo Sodexo y en diario El Espectador.

                                                                    Día de dragones

                                                              Angélica Villalba Cárdenas



Somos los dragones de la noche. Pertenecemos a una estirpe temida por muchos, pero conocida por pocos. Mis hermanos y yo siempre tenemos hambre y, por eso, contamos los minutos para salir a cazar. No es fácil esperar a que todo se aquiete, a que la ciudad se duerma.

Nuestros enemigos son los seres del sol. Criaturas monstruosas carentes de piel peluda, de alas y, lo más raro, sin dientes afilados. Estos seres extraños emiten sonidos insoportables. Golpean a sus hembras y enjaulan a otros animales, los dejan así durante varias lunas y luego los sacan para quemarlos en agua caliente. Algunos de nuestros hermanos caen en sus garras.

De pronto, el silencio. Llega la hora de salir de la cueva. Sin pensar, nos convertimos en una espiral que emite un hermoso silbido, mientras nuestras alas luchan para no chocarse. Y es que la luz quema los ojos, nos miramos con extrañeza. Es de día.

¿Por qué hay silencio? ¿dónde están los monstruos del sol? Volamos hacia la ciudad y abajo vemos calles vacías, gobernadas por un viento frío. No pronunciamos palabra alguna. El tiempo de los seres del sol termina hoy. Comienza la era de los murciélagos.



                                                                     Abundancia

El hambre camina en la plaza de mercado. Lo hace antes de la media noche, antes de que los camiones lleguen con los alimentos frescos. Las frutas, aún coloridas, tratan de camuflarse entre las cajas porque tienen la esperanza de que los clientes puedan disfrutar de su sabor. Sin embargo, nadie se escapa del hambre y con sus manos oscuras, las va tocando hasta marchitarlas; con su nariz absorbe hasta el último aroma delicioso. Al amanecer, se abre la puerta de la tienda donde están las frutas moribundas; entonces, escuchan la voz de un hombre: “Se perdió lo que trajimos ayer. Hay que llevar esto al basurero, lo perdido, perdido

está. Exhibamos lo nuevo”. Tristes entre las canecas, ellas se juntan para esperar el final, ese final que significa el abandono.

De pronto, unos gritos las despiertan: “Mamá, ¡mira lo que encontramos en la caneca! No huele tan mal”. La mujer llora por el milagro en los desechos, recogiendo las frutas para luego cortales las partes dañadas. La familia come, ríe y canta, mientras que el hambre, derrotada, camina hacia los sembrados para eliminar, de una vez por todas, a su enemigo.






                                                           

Proximamente: minificciones de la escritora Martha Morales.

 

Martha Morales

Guadalajara, México

Directora de Teatro

Escritora

Biografía

Egresada de la Escuela de Teatro del Departamento de Bellas Artes de Guadalajara. Realizó cursos de ‘Actuación y Dirección’ con los maestros: Bruno Bert, Sergio Bustamante y con elementos del Odín/Teatro de Dinamarca, del maestro Eugenio Barba.

Ha realizado diversos diplomados, entre los que destacan: Culturas populares, Gestión Cultural  y Procuración de Fondos (CONACULTA)  Talleres de Dramaturgia con Hugo Hiriart, y Maribel Carrasco. En Literatura, Cuentos: Letras Tintas, con la Maestra Gabriela Torres Cuerva.

Como maestra de teatro, ha impartido diversos talleres  para niños, adolescentes y adultos en programas especiales.  Ha realizado diversas adaptaciones para teatro, entre ellas destacan: ‘Al Filo del Agua’, del ilustre jalisciense Agustín Yáñez; y la Obra histórica: ‘1810; Independencia y Libertad’, entre otras. Fortalece su lectura con autores universales.

Ha dirigido más de 20 obras de autores mexicanos e internacionales, y participado como actriz en más de 30 obras. entre las que destacan: ‘Medea’, de jean Anouilh, ‘Calígula’ de Albert Camus, ‘Titus Andrónicus’ de William Shakespeare; ‘Así pasan’ de Marcelino Dávalos; ‘Al filo del Agua’ de Agustín Yáñez; ‘Delgadina y la Reina su Madrina’ de Norma Román Calvo, etc. Y participado como actriz en más de 30 obras.

En Teatro ha recibido las siguientes distinciones: 2012; Directora de la Compañía Estatal de Teatro, y en  2016; Galardón a la “Trayectoria Teatral, otorgado por el CECA y la Secretaría de Cultura.

En Literatura ha recibido los siguientes Premios: 2do. Lugar Concurso Nacional “Antología de Narrativa, Cuento y Poesía: Algo llamado Horror”, Tijuana, Baja California, 2019. Y Galardón 56° Concurso Internacional de Poesía y Narrativa “Premio a la palabra”, en  Junín, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Género: Narrativa y poemas.

Obra publicada: Cuentos breves: Des Amores y otras Yerbas; así como la publicación de sus cuentos en la Primera Antología de Escritores Latinoamericanos en Cochabamba, Bolivia, y en la Segunda Antología de Narrativa, Cuento y Poesía; Algo Llamado horror. Está incluida en el Diccionario de Escritoras en Guadalajara.

 


Minificciones de la escritora Susana López Malo.


 


Susana López Malo nació en Puebla. Es Licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana. Ha trabajado en diversos proyectos editoriales —educativos, publicitarios y literarios— y ofrecido varios talleres que promueven la lectura y escritura con y para niños y jóvenes. De 2012 a la fecha, se ha formado en numerosos talleres de creación literaria y como mediadora de lectura.

Si vienes, te cuento es su primer libro de cuentos para niños, el cual fue editado por Fomento Editorial BUAP en 2015. En 2016, su cuento Arturo fue publicado en Brevario Antología de cuentos de la E, del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla. Ese mismo año, con el cuento Mudanzas, Susana ganó el primer lugar en el concurso de cuentos sobre alebrijes del Museo de Arte Popular de la Ciudad de México.

            La obra de Susana también ha sido publicada en diversas antologías nacionales e internacionales como: Muestra de cuento Universitario (2012), Poquito porque es bendito (2013), Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana (2017), Cortocircuito. Fusiones en la minificción (2017), Vamos al circo. Minificción hispanoamericana (2017),  Resonancias (2018), Mosaico (2020) y Ficción atómica (2020).

 

Vendida

Musicalizada por Minimanía Difusión de la minificción

 

Ahí estaba, brillaba ante mis ojos. Era la casa de mis sueños, de los dibujos de mi infancia: con fachada de cuadrado, techo de triángulo, puerta de rectángulo y ventana circular.

El sol era espiral con rayitas a los lados; el árbol tenía copa de nube y sus cuatro manzanas rojas. En la puerta, una niña con vestido de triángulo, bazos y piernas de palo, me saludaba. Y el perro, ovalado sin cola, me recibía con un ¡Guf!

 

 

 

 

Reconstruido

Aparece en Ficción Atómica, Editorial Palíndroma

Un día despertó con una pierna rota, y no le quedó más remedio que comenzar a arrastrarla para poder caminar.

Al día siguiente se miró en el espejo y descubrió que tenía un brazo chueco. Intentó enderezarlo desde el codo, luego desde el hombro, pero no pudo.

Al mes, ya traía la cabeza en la mano y la cadera chueca. No cabía la menor duda: era un hombre nuevo.




 

Minificciones de la escritora Ruth Escamilla Monroy.


Ruth Escamilla Monroy
Es originaria de Guadalajara, Jalisco. Es autora del poemario En la punta de la lengua (2019). Ha publicado cuento y crónicas de viaje en revistas, suplementos culturales y antologías. En redes sociales participa en la conducción de El viaje radial, programa de difusión de autores contemporáneos, también en Retro-sesiones, charlas sobre cultura pop de décadas pasadas. Se desempeña como maestra de comunicación, literatura y español como lengua extranjera. También es correctora en Ediciones el viaje y de forma independiente. Dirige el taller de narrativa en línea Una provocación a la escritura.

 

Minificciones de Diana Raquel Hernández Meza


Diana Raquel Hernández Meza (Ciudad de México, 1985). Médica Cirujana por la UNAM. Forma parte de los libros Los adolescentes escriben II (UNAM, 2003), El libro de los seres no imaginarios. Minibichario (Ficticia, 2012), Alebrije de palabras. Escritores mexicanos en breve (BUAP, 2013), Eros y Afrodita en la minificción (Ficti¬cia, 2016), Las musas perpetúan lo efímero (Micrópolis, 2017). Revista Plesiosaurio Volumen ochenteros. Coantóloga de Diversidad(es) minificciones alternas (El Taller Blanco Ediciones). Antología de Minificción Mexicana.





 

Minificciones de la escritora Vimarith Arceaga-Aguilar.



Vimarith Arcega-Aguilar (México). Licenciada en Letras Hispanoamericanas por la Universidad de Colima. Maestra del posgrado en Estudios Literarios por la Universidad Autónoma del Estado de México UAEMex. Co-antologadora del libro Diversidad(es) minificciones alternas (2020). Ha sido integrada en las antologías PequeFicciones (2020) y Mosaico. Microficciones sobre discapacidad (2020). Publicó el capítulo de libro "Deconstrucción de los espacios desde la teoría queer en la novela España, la calle de Salvador Márquez Gileta" (2019) en Homenaje a Salvador Márquez Gileta. Acercamientos a su narrativa, además del artículo "Derrumbando el clóset: de la diversidad sexual a la minificción" (2020) en Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana.
Tallerista y activista de la diversidad sexual. Coordinadora de Red de Apoyo Trans Toluca. Sirena, híbrida, bestia.




 


 

Minificciones de la escritora Karla Vidrio.


Semblanza: Karla Vidrio nació en Guadalajara, Jalisco. Cursó sus estudios de licenciatura en la Escuela Normal Superior, y de maestría en Educación en el Tecnológico de Monterrey. Ha publicado algunos de sus cuentos en el libro Caleidoscopio de la escuela de Escritores de Guadalajara (Sogem), y en las publicaciones de Sin Fronteras y Legere Historias. En el campo de la minificción ha colaborado para las revistas Incorrecto, Brevilla y Necroscriptum, así como para el festival tapatío de Fóbica 2020. Recientemente colaboró para la colección de minificciones del Gato Azul de la editorial Tinta del Silencio con el número dedicado al género del Rockabilly.